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Lena andubo jipeando como prometió.
Anduvo en la pampa, anduvo en la costa, anduvo en el sur.

Nada ya la ataba, porque se había pitiado a unos fantasmas que tenía guardados apolillándose, algunos otros fantasmas habían decidido quedarse en la vereda de en frente y como tenía a todos lejos y nadie la conocía, podía hacer lo que se le ocurriera.

Siguió viajando con su mochilita, y llegò al Carnaval de Oruro. Ahí entre el agua, la fiesta y la cerveza, conoció al chiquillo. Y no era cualquier chiquillo, era simplemente ÉL, ese que uno le presenta a las amigas como "él es".

Tal vez jamás lo habría descrito como se le presentaba ante sus ojos. No era de su gusto estético, no tomaba los modales que a ella le habrían encantado y jamás ella hubiese pensado que sus mañas serían lo que justamente la flecharían. Pero todo eso se desahacía. Simple y llanamente ella experimentaba una sensación de seguridad, confianza que no habìa conocido hasta allà. Y no era que estuvieran en una condición fácil. Seguían quedándose en lugares extravagantes, comiendo lo que hubiese. Pero con la pura idea que él la estaba esperando, con sòlo sentir que sonaban 4 pies sobre el suelo en vez de 2, ya todo estaba más fácil.Pero el viaje debìa seguir.Así que se intercambiaron mails y se desearon buena suerte. Algún día volverían a verse

Anduvo por varias ciudades y como andaba corta de plata, alcanzó a comprar sólo una botella de gancia,un cd con música del Ecuador y una nariz de payaso como la que ya tenía.


Cuando volvió, Lena había decidido de una vez por todas olvidar los libros y sentirse libre para hacer lo que le gustaba. Música, teatro, indiferencia ante lo formal y establecido. Así que mientras viajaba fue conociendo gente con la que fue formando una pequeña compañía de circo. Aprendió a hacer malabares, aprendió a trenzarse en la tela, aprendió a compartir y a relajarse, a decir las cosas por su nombre y a en definitiva ser como quería ser el resto de su vida. Ya llevaba un tiempo de vuelta en Chile, cuando partió a la costa a trabajar, por decirlo de alguna manera.


Estaba terminando la función de hoy cuando lo vió. Normalmente con la Roly, La Bicha y la Anita hacían su rutina básica de las telas, un poco de clown, para terminar haciendo malabares con fuego. Después pasaban la gorra y empezaban a desmontar, entre saludar a los niños, sacarse un par de fotos y los amigos que llegan de vez en cuando, posiblemente a invitar un vino, un faso o un momento agradable.

De repente se dió cuenta que alguien la miraba. Esto puede sonar estúpido claro, si está maquillada como payasa y con una peluca fucsia, mientras hace un espectáculo en la mitad de una plaza: obvio que las están mirando. Pero entre paseo y risas entre el público sintió que alguien la miraba más, la miraba atento. Cuando empezó a bajar la luz comenzó con el swing con fuego. Y fue ahí que se puso hacia donde sentía esa mirada y le sonrió entre los pajaritos y el hombro, haciendo una de esas venias coquetonas, cuando uno se encuentra con una mirada cómplice.

Terminó la función, las chicas pasaron la gorra, mientras Lena se preocupaba de guardar los pajaritos. Y de repente al levantarme, siente que alguien la habla con una voz gruesa y con un acento particular.
-Vos sos Lena?
-Hola, si!?.( Inmediatamente se acordó de ese par de amigas expertas en relaciones hombre-mujer. Se abalanzó a darle un beso en la mejilla, con la patita pa´atra´) Yo con quien tengo el gusto?-dijo Lena haciéndose la “no me puse nerviosa”
-Hola, perdón, no me presenté antes. Soy Fede, primo de Ángelo, de la banda loca esa…te acordás de él?
-Ahhh, si dale (y claro que se acordaba del Ángelo, pero no se acordaba que le hubiese comentado de un primo taaaan guapo). Pero claro, me dijo que iba a andar un familiar por acá por la costa. Qué tal?
-Bien, acá lllllegando (ya Lena amaba su acento)…y ustedes? Ahora qué hacen?
-Ahora estamos terminando de desmontar para ver que vamos a hacer (Lena sabía que sus amigas le cubrirían las espaldas aunque fuera lo último que quisieran ese día)
-Les pinta ir a tomar un porroncito( ya había tenido un entrenamiento full los últimos meses, así que todo le sonaba natural)
-Buena idea…pero deja preguntarle a las chicas.

Obviamente las compañeras habías cachado todo el rollo Así que después de saludar y de terminar de desarmar con una rapidez extraordinaria, se encaminaron maletas en mano( no sería ni la primera ni la última vez que lo hacían) hacia algún barcito de mala muerte, digno de su estilo saltimbanco, con harta música del estail: balcánica, cumbia, ska y cueca.. Mientras Lena con Fede seguían la conversa; él comentaba que venía todos los años, que tenía muchos amigos acá, contaba novedades de los chicos, que él era vocalista de una banda en la cual Ángelo también había tocado, etc. Lena por su parte inspirada en sus preguntas ( directas como le gustan a Lena)le comentaba de lo que estaba haciendo, de su idea de viajar y ya casi llegando al bar de su situación sentimental (tema confuso siempre, pero la respuesta automática decía “soltera”, claro). Él por su parte honesto, nombraba a alguna idiota sin mucha importancia, nada serio con la que habían terminado hace poco.

Llegaron y como andaba con las chicas(pucha que son partner las chiquillas, siempre apañando!)), ya habían decidido que hoy saldrían hasta temprano y que se sentirían mal al primer vaso de chela, mientras cuando se iban tras él me cerraban el ojo y me levantaban el dedo y el clásico “dele no má”. Así que como ni Fede era tímido y yo menos, seguimos la conversa.

Extrañamente hablaron de visiones de vida, de lo que les gustaba a ambos sentirse valorados por su trabajo, de la importancia de la familia que querían formar algún día, de sus miedos, uff de tantas cosas. Estamos hablando que el chiquillo era directo así que de una conversa básica, pasamos a que Lena que era tan así( digamos, tan linda, simpática, inteligente, buena persona y un cuanto hay de adjetivos) y que él no lo pensaba dos veces y que se la llevaba y blablablá. Hablaron de trabajo, de que podrían hacer algo a futuro, que ella podría colaborar en algunas tareas, etc. Lena reconoce que a un chileno no le habría aguantado y lo habría mandado a volar. Pero ese tonito, esa voz…chamullero lo sabemos, pero a estas alturas da lo mismo.

Empezaron a bailar ( además el cabro no era tan buen bailarín, pero hacía todo el intento ¿qué más se le podía pedir?) y empezaron a reírse y a compartir algo más que buena onda, que los hizo sentirse profundamente conectados. Sin embargo cada uno tenía un miedo profundo a equivocarse, a que la gente que los conocía hablara, a más de alguna historia incompleta en la cabeza, a echar a perder la buena onda que podría echar a perder las futuras pegas, que todo quedó ahí. En la buena onda. Cuando vieron que todo se podría ir a la mierda, Lena le dijo que mejor ella se iba a la casa con las chicas y él donde estaba alojando. Que si quería se juntaban mañana. Pero que mejor quedara todo hasta ahí, que era mejor ser amigos, compañeros de pega, mantener los amigos en común, los carretes en común ( él venía por un rato largo y pa más, conocía a varios amigos de las chicas).

Se despidieron mirándose como uno se mira cuando quiere pero sabe que no debe, con las ganas atragantadas. Se dieron un abrazo apretado, sintiendo sus cuerpos inquietos y más les costó despedirse...Y decidieron que se verían al día siguiente, como para mantener el contacto y la (maldita) “buena onda”

Eso ´e lo que tení!!. Dawghouse Design Studio, Blogger FAQs and Mobi123