10:45 Comment0 Comments

Había pasado ya más de un año desde que viajó, jipió y amó. Ya la vida tenía otros ribetes.
En el capítulo anterior se había seudo enamorado de un argentino, el cual siguió por toda la pampa, vivieron juntos, soñaron con hijos, pero él, él ya la olvidó.
Ella, Lena, volvió a la casa de sus padres, a algún rinconcito a soñar ideas. Una de esas noches semi tristes, vino su amiga y la arrastró hacia la músiquita que sabía que reviviría todo en ella.

Y ahi un vaso llegó hasta ella. Y en el fondo, un trocito de limón. Un trocito que saboreó toda la noche

8:24 Comment0 Comments

Lena andubo jipeando como prometió.
Anduvo en la pampa, anduvo en la costa, anduvo en el sur.

Nada ya la ataba, porque se había pitiado a unos fantasmas que tenía guardados apolillándose, algunos otros fantasmas habían decidido quedarse en la vereda de en frente y como tenía a todos lejos y nadie la conocía, podía hacer lo que se le ocurriera.

Siguió viajando con su mochilita, y llegò al Carnaval de Oruro. Ahí entre el agua, la fiesta y la cerveza, conoció al chiquillo. Y no era cualquier chiquillo, era simplemente ÉL, ese que uno le presenta a las amigas como "él es".

Tal vez jamás lo habría descrito como se le presentaba ante sus ojos. No era de su gusto estético, no tomaba los modales que a ella le habrían encantado y jamás ella hubiese pensado que sus mañas serían lo que justamente la flecharían. Pero todo eso se desahacía. Simple y llanamente ella experimentaba una sensación de seguridad, confianza que no habìa conocido hasta allà. Y no era que estuvieran en una condición fácil. Seguían quedándose en lugares extravagantes, comiendo lo que hubiese. Pero con la pura idea que él la estaba esperando, con sòlo sentir que sonaban 4 pies sobre el suelo en vez de 2, ya todo estaba más fácil.Pero el viaje debìa seguir.Así que se intercambiaron mails y se desearon buena suerte. Algún día volverían a verse

Anduvo por varias ciudades y como andaba corta de plata, alcanzó a comprar sólo una botella de gancia,un cd con música del Ecuador y una nariz de payaso como la que ya tenía.


Cuando volvió, Lena había decidido de una vez por todas olvidar los libros y sentirse libre para hacer lo que le gustaba. Música, teatro, indiferencia ante lo formal y establecido. Así que mientras viajaba fue conociendo gente con la que fue formando una pequeña compañía de circo. Aprendió a hacer malabares, aprendió a trenzarse en la tela, aprendió a compartir y a relajarse, a decir las cosas por su nombre y a en definitiva ser como quería ser el resto de su vida. Ya llevaba un tiempo de vuelta en Chile, cuando partió a la costa a trabajar, por decirlo de alguna manera.


Estaba terminando la función de hoy cuando lo vió. Normalmente con la Roly, La Bicha y la Anita hacían su rutina básica de las telas, un poco de clown, para terminar haciendo malabares con fuego. Después pasaban la gorra y empezaban a desmontar, entre saludar a los niños, sacarse un par de fotos y los amigos que llegan de vez en cuando, posiblemente a invitar un vino, un faso o un momento agradable.

De repente se dió cuenta que alguien la miraba. Esto puede sonar estúpido claro, si está maquillada como payasa y con una peluca fucsia, mientras hace un espectáculo en la mitad de una plaza: obvio que las están mirando. Pero entre paseo y risas entre el público sintió que alguien la miraba más, la miraba atento. Cuando empezó a bajar la luz comenzó con el swing con fuego. Y fue ahí que se puso hacia donde sentía esa mirada y le sonrió entre los pajaritos y el hombro, haciendo una de esas venias coquetonas, cuando uno se encuentra con una mirada cómplice.

Terminó la función, las chicas pasaron la gorra, mientras Lena se preocupaba de guardar los pajaritos. Y de repente al levantarme, siente que alguien la habla con una voz gruesa y con un acento particular.
-Vos sos Lena?
-Hola, si!?.( Inmediatamente se acordó de ese par de amigas expertas en relaciones hombre-mujer. Se abalanzó a darle un beso en la mejilla, con la patita pa´atra´) Yo con quien tengo el gusto?-dijo Lena haciéndose la “no me puse nerviosa”
-Hola, perdón, no me presenté antes. Soy Fede, primo de Ángelo, de la banda loca esa…te acordás de él?
-Ahhh, si dale (y claro que se acordaba del Ángelo, pero no se acordaba que le hubiese comentado de un primo taaaan guapo). Pero claro, me dijo que iba a andar un familiar por acá por la costa. Qué tal?
-Bien, acá lllllegando (ya Lena amaba su acento)…y ustedes? Ahora qué hacen?
-Ahora estamos terminando de desmontar para ver que vamos a hacer (Lena sabía que sus amigas le cubrirían las espaldas aunque fuera lo último que quisieran ese día)
-Les pinta ir a tomar un porroncito( ya había tenido un entrenamiento full los últimos meses, así que todo le sonaba natural)
-Buena idea…pero deja preguntarle a las chicas.

Obviamente las compañeras habías cachado todo el rollo Así que después de saludar y de terminar de desarmar con una rapidez extraordinaria, se encaminaron maletas en mano( no sería ni la primera ni la última vez que lo hacían) hacia algún barcito de mala muerte, digno de su estilo saltimbanco, con harta música del estail: balcánica, cumbia, ska y cueca.. Mientras Lena con Fede seguían la conversa; él comentaba que venía todos los años, que tenía muchos amigos acá, contaba novedades de los chicos, que él era vocalista de una banda en la cual Ángelo también había tocado, etc. Lena por su parte inspirada en sus preguntas ( directas como le gustan a Lena)le comentaba de lo que estaba haciendo, de su idea de viajar y ya casi llegando al bar de su situación sentimental (tema confuso siempre, pero la respuesta automática decía “soltera”, claro). Él por su parte honesto, nombraba a alguna idiota sin mucha importancia, nada serio con la que habían terminado hace poco.

Llegaron y como andaba con las chicas(pucha que son partner las chiquillas, siempre apañando!)), ya habían decidido que hoy saldrían hasta temprano y que se sentirían mal al primer vaso de chela, mientras cuando se iban tras él me cerraban el ojo y me levantaban el dedo y el clásico “dele no má”. Así que como ni Fede era tímido y yo menos, seguimos la conversa.

Extrañamente hablaron de visiones de vida, de lo que les gustaba a ambos sentirse valorados por su trabajo, de la importancia de la familia que querían formar algún día, de sus miedos, uff de tantas cosas. Estamos hablando que el chiquillo era directo así que de una conversa básica, pasamos a que Lena que era tan así( digamos, tan linda, simpática, inteligente, buena persona y un cuanto hay de adjetivos) y que él no lo pensaba dos veces y que se la llevaba y blablablá. Hablaron de trabajo, de que podrían hacer algo a futuro, que ella podría colaborar en algunas tareas, etc. Lena reconoce que a un chileno no le habría aguantado y lo habría mandado a volar. Pero ese tonito, esa voz…chamullero lo sabemos, pero a estas alturas da lo mismo.

Empezaron a bailar ( además el cabro no era tan buen bailarín, pero hacía todo el intento ¿qué más se le podía pedir?) y empezaron a reírse y a compartir algo más que buena onda, que los hizo sentirse profundamente conectados. Sin embargo cada uno tenía un miedo profundo a equivocarse, a que la gente que los conocía hablara, a más de alguna historia incompleta en la cabeza, a echar a perder la buena onda que podría echar a perder las futuras pegas, que todo quedó ahí. En la buena onda. Cuando vieron que todo se podría ir a la mierda, Lena le dijo que mejor ella se iba a la casa con las chicas y él donde estaba alojando. Que si quería se juntaban mañana. Pero que mejor quedara todo hasta ahí, que era mejor ser amigos, compañeros de pega, mantener los amigos en común, los carretes en común ( él venía por un rato largo y pa más, conocía a varios amigos de las chicas).

Se despidieron mirándose como uno se mira cuando quiere pero sabe que no debe, con las ganas atragantadas. Se dieron un abrazo apretado, sintiendo sus cuerpos inquietos y más les costó despedirse...Y decidieron que se verían al día siguiente, como para mantener el contacto y la (maldita) “buena onda”

21:42 Comment0 Comments

Lena estuvo de cumpleaños. De cumpleaños feliz, de esos en los que uno se junta con los amigos a abrazarse harto.

A su fiesta, llegaron todos que ella esperaba.Ni más ni menos. Los músicos amigos que muchas veces le habían pedido favores sin ni uno,los amigos que se habían quedado perdidos en el tiempo y por su puesto los amigos apañadores de siempre, esos que sabían que para Lena los cumpleaños eran fechas fatales y necesitaba verlos,necesitaba sentirse acompañada, abrazada y mimada, por que o sino se pondría triste. Incluso dejaron un computador por ahi y a punta de escaipi internacionalizaron la fiesta hasta Suiza, donde habían un par de amigos.

Lena lo pasó pulento, leyendo cada una de las cartas mamonas que pidió con fervor que le recitaran. Escuchó con atención y con un profundo agradecimiento cada una de las canciones que le cantaron, que tocaron con ahínco y dedicación. Se emocionó con los detalles de regalos simples y sin ceremonial. Miró con algo de nostalgia la cajita morada que tenía como avatar, los árboles que tenía como fondo en su gitok,los libros casi enciclopedias, pero ya como un recuerdo no más. Así que como parte de los ritos, los fue sacando de a poquito, cambiándolos sin que se notara mucho, poniendo en vez paisajes de la sierra y de la cordillera.


Lena sigue pituteando por aqui y por allá, todo para irse luego a hacerlas de jipi. Por que en el fondo Lena era tan jipi que no soportaba la estructura. De hecho se fue enfurecida de la pega en la biblioteca, donde los libros la empezaron a volver loca, y antes de odiarlos ( o enamorarse) de ellos prefiere irse lejos de ahi. (Sonaba de fondo "Baixa esa guarda").Lena se enamora todos los días, pero más que nada está dejando no más que le pasen cosas. Basta ya de tanta tontera.
Se baila una cueca, se baila una salsa, un valsesito peruano. Baila, mueve las caderas, dice obsenidades, piensa y reclama lo que le parece obvio, aunque se hagan los lesos (o los vivos)

Los últimos días empezó a despedirse de todos y de todo lo que tal vez no tendría tan a la mano. Y decidió( por supuesto que un día domingo en la noche) enviar todas las cartas que se le habían quedado en el borrador. Algunos debía mandarlos con folleto explcativo del momento, otros debía ir a soluconar cachos después. En otros caso no sabía aún si valía la pena pedir disculpas u olvidarse.

Pero en fin, mandaba y mandaba cartas...Porque total...¿qué tanto?

Playlist

Esqueci de ti esquecer-Revelação
Tal vez-Revelação
Que situação-Boka Loka
Voltar no tempo-Inimigos da HP

18:17 Comment0 Comments

Lena estaba trabajando en varias cosas, y para entretenerse algunas noches, encontró muy choro una pega que encontró por internet : Asistente de Bibliotecaria nocturna.En el fondo era desempolvar, mirar, ordenar (o desordenar) algunos estantes, algo que le pareció una buena experiencia.

Primero, como pajarito nuevo, la enviaron a recolectar un montón de libros a la biblioteca de otro lugar, donde los chiquillos si la ocupaban harto, casi demasiado. Mientras esperaba el encargo que se demoraría al menos un rato,se quedó mirando unos ejemplares que habían en un sector al fondo.Entre los títulos habían varios que le llamaron la atenciòn: Sexo y rollos, sexo y locura, sexo y culpa.

De estos libros el más extenso era el primero,casi una enciclopedia, de varios capìtulos.Estaba escrito en español, pero muy enredado, como con muchos términos técnicos,muy cuático.Al parecer, era parte de una colección. Quiso pedirlo prestado, pero había otra chiquilla por ahi, que Lena no cachó si lo tenía reservado de antes, si llegó después, durante, en fin.La cosa es que no lo pudo pedir prestado. De seguro Lena volvería a ver si estaba disponible. O a lo mejor cuando si lo estuviera, a ella ya no le interesaría leer ese tipo de libros, le interesarían otros.

El segundo era el más entretenido, tenía ilustraciones del kamasutra, un cd que que decía " para bailar en la cama " y challas por el estilo, hasta con shiva en la portada y todo. Pero claro, al ser el más divertido,más ilustrativo, más concreto, era también más consultado, más manoseado, no en las mismas condiciones que los otros. Daba como lata tomarlo, porque se salìan las hojas. De hecho desde la dirección de la biblioteca, le llamaron la atención de por qué ese libro se había estropeado tanto. Lena indicó que ya estaba así, que ella no había hecho nada. Así que desde ese día lo ojeaba igual, le echaba sus miradas de lejos y lo tomaba cuando nadie la veía.

Y el tercero,al ser medio moralista, la gente no lo consultaba mucho. Incluso diría que nadie lo había leído completo, pues las hojas del final no estaban separadas. Y claro, la culpa y la moralidad llega a ser fome.A Lena le pareciò interesante el discurso que tenía la edición, sobre todo porque el prólogo estaba escrito por varios autores que ella conocía o ubicaba. Se quedó leyéndolo un rato, hasta que algo le pareció totalmente absurdo y con un grito de espanto lo dejó a un lado. Habían otros títulos conocidos por ahi cerca, habìan otros libros interesantes que no habìa leido completamente,otros libros que llamaban la atención para leer más adelante o al menos ojear, todos en el mismo estante.


Había otro libro que traducido al español era algo así "Cómo cagarse a un alumno que quiso estudiar", estaba en un hebreo ininteligible y en un inglés norteamericano muy mal redactado pero con una excelente gráfica e incluso tenía una versión audiovisual impactante.Toda una challa. El libro era cortito y liviano.Muy liviano. A Lena le llamó la atención un rato, lo revisó y después se dió cuenta que habían muchas impresiciones fraudulentas. Por lo que lo pidió y se lo llevó. De seguro a su amigo Lucho le encantaría sumergirse en el problema legal que eso implicaba.

Lena llegada la mañana, le llega el sueño. Tiene que trabajar en los otros proyectos.
Piensa día y noche cuánto falta para mandarse cambiar lejos.
Ve las plantitas, les echa agua.Poquita, pero lo suficiente pa que no se mueran.

Playlist:


Debut y Despedida (Los Ángeles Negros)
Traición(Miranda)
El Camión (CHT)


Sabor

Piscola

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A Lena yo creo que le encantaba andar pululando por ahi.Aunque no había viajado mucho, tenía el corazón viajero, pa siempre partir hacia otro lugar. Se cambió de casa y cuando abría la puerta y veía la pileta bonita y la ventana le quedaba justo pa las serenatas nocturnas, pa llorar sola sin que nadie le preguntara o pa simplemente intentar vivir.Anduvo viajando por aqui y vió la cordillera bonita; visitando por allá, dejándose considerar por los taxistas, camioneros,chiquillos varios, sintiéndose como la Quenita Larraín en Bikini por el paseo Ahumada; yendo a ver a la bandita de su vida por acá y cantando, gritando canciones que marcaron tanto su vida.

De pronto le llegò un mail, que le recordaba que la habìan considerado para un proyecto.Y que ya era hora de trabajar. Y con otras producciones,que la fiesta, que el mail y la volá, ya completaba el cuadro. Y podìa respirar tranquila por ese mes y podìa pensar seriamente en ese viaje largo haciendo teatro, haciendo mùsica, pensando en bemoles, en apretar la guatita pa hablar fuerte, componer, escribir, etcéteras.En una de esas debía entregarse a lo que le gustaba, debía re-considerar todo y hacer otras cosas a las que nunca se atrevió.

Como era septiembre, Lena se bailaba unas cuantas cuecas. Bailaba de lado, bailaba con los ojos fijos, con los hombros descubiertos, bailaba moviendo las caderas y rozando al bailarín. Pasando cerquita,guapeando, taconeando. Bailaba tantas cuecas escandalosas que la llamaban por teléfono para pedirle explicaciones, le echaban la choriá, le mandaban mails cuatiquentos, le daban el manso jugo. Y todo por bailar cueca. Sólo bailar cueca. Parece que las chiquillas que tenían pará de openmaind, jipilais,pololas de pajaritos y todo shuper loco ashi no lo eran tanto. Y como Lena aparte de ser soltera y no tener que darle explicaciones a nadie sabía lo que hacía y lo que no, le importaba poco.Sobre todo porque andaban lejos en los jugos, porque Lena tenía gustos raros y selectivos, lejos( bueno, no tanto) de ese mundito de luces. Lo que le preocupaba era que eso afectara su relación con los otros. Así como las plantitas que se secan por no regar a árbol.


Pero lo que tenìa claro es que las plantitas de afuera deben estar sequitas, pero algo de verde les debe quedar :S. El àrbol tambièn debe estar seco, sobre todo porque ya no habìa que cuidarlo,ni siquiera por mantener la buena onda con las dueñas.Prefirió, al verlo medio podrido, talarlo, quebrarle las ramas como fuera, sacar las raíces y dejar todo ahi no màs.Le daba lata por las plantitas y flores coloridas de alrededor, que nada tenìan que ver y tan lindas que eran. Si la vecina lo cuidaba, que bueno. Lo que si ya en un par de semanas màs darìa alguna vuelta para ir a verlas, que entrada la primavera salìan sonrientes y aparecìan màs.Y sobre todo porque habìan flores de estaciòn que estaban prontas a cerrar sus hojitas por unos meses y Lena no se querìa perder el espectáculo de ver por harto tiempo esas flores bien chilenas. Sobre todo porque no sabìa que pasarìa con ella ese tiempo, donde ya arreglaba sus maletas para partir a deambular con algún circo, como presentadora, productora y demases.

Ahora, aún permanecía intacto el limón, arbol que por esta época se llenaba de azahares. Lena alcanzaba a sentir levemente su olor fragante y con eso le bastaba por el momento. El resto de olores eran sólo parte del paisaje. Lena no tenía ni tiempo ni ganas de andar regando plantitas nuevas.


Playlist:

Imán (Miranda)
Sábes bien (Gatichaves)
Contrabando de Amor (Los Fabulosos Cadillacs)
Cuecas Varias (Trukeros,Las Niñas, Los Chinganeros, Los Canallas, Los Porfiados)



Olores:

Limón
Chela
Amaretto Sour
Papayas
Patas

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Se conocieron con Lena en los pasillos de la U, conversando tal vez de algunas costumbres japonesas.Cristina era de esas típicas niñitas audiovisuales, bien estilositas, con espíritu de dios. Esperó harto rato antes de mostrar un proyecto decente y por fin lo presentó, una tarde noche de invierno. Le gustó a ella, le gustó a su profe guía e incluso lo estrenó, para un festival independiente. Algo así como un reportaje de cueca. Era bien armado, bonito. Lindo se podría decir. Ni mejor, ni peor( en realidad como era su primer trabajo en serio no tenía punto de comparación con nada más que algunos ensayos anteriores). Era su primer rodaje, así que todavía había mucho por aprender. Pero para Cristina andaba bien. Ahora eran más fáciles hartas cosas, pues en su curriculum decía que había estrenado algo. En los créditos aparecía su nombre y en el makking -off su cara, con el pelo suelto y desordenado sobre la cara, pero con una sonrisa dulce y los ojos brillantes.

Lena la fue a ver el día del estreno. Cristina estaba algo nerviosa y deprimida por detalles independientes a la película en si: le preocupaba la gente, los invitados, el catering, la puerta, la bulla que se escuchaba de afuera e incluso si había llevado suficiente abrigo . Cuando había mirado por la ventana en la mañana pensó que haría calor y despreocupó el tema. Sin embargo pasadas las horas hacía demasiado frío y ya no llevaba chaqueta gruesa, ni bufanda, ni guantes. Así que ahora sólo le quedaba tomarse unos cuantos antigripales para no sentir esa sensación horrorosa del resfiado.Sobre todo para poder disfrutar del resto de las noches de esa semana, poder disfrutar lo lindo de haber vivido esta experiencia de ser como cineasta, hacer "como" una película.

Lena se recostó ese mismo día a ver tele, cosa que casi no hacía. Y vió un programa policial, de esos tipo reality. Y vió como sacaban de un carrete a la gente a punta de metralletas a la vista, de gritoneos varios. Agradeció no estar metida ahi, le hubiese dado demasiado susto y rabia, por no haber previsto la manera que no llegaran así. Le daba pena porque el lugar lo conocía bien y había pasado tan lindos momentos. le daba lata porque ya no sería lo mismo de antes. Pero las cosas cambian a cada momento, nada es como era.

Como era invierno era obvio que algunos días llovia. Otros no llovía, pero algo goteaba. No era un invierno demasiado lluvioso, pero siempre había algo que caía, acompañando al frío de las noches solitarias.Los dias algo menos helados aparece el caballero de las plantas. Pero Lena parece que se queda mejor con el árbol que hay afuera de la casa. Aunque sabe que será por poquito, que la casa no es de ella, por lo tanto el árbol menos. Aunque cuando la van a ver, la gente le dice que deberían sacarlo de ahi, que hay muchas raíces y ramas, que no permiten que se vea mucha luz, que es demasiada sombra justo en invierno, e incluso deforma la vereda. Lena conversó con las dueñas de casa que dijeron que sería lo más sano, tal vez sacarlo de raiz y pavimentar, como si nunca existió o simplemente quedarse con las fotos, buscar otras plantas, otros árboles para cuidar. Pero Lena insiste. Piensa, le da vueltas. Ya la vecina del lado lo está regando, así que ni por eso ni habría que preocuparse.De hecho es más cuidadosa que Lena y árbol debe sentirse mejor a su cuidado. Pero Lena parece que es más porfiá. Se quedará viendo algunos días, dará unas vueltas por el sector, para ver qué pasa, si finalmente se queda por las inmediaciones a cuidar a árbol, o se olvida definitivamente y se va lejos a descubrir otras naturalezas


Lena se miraba en un espejo grande, pa´ver si podía actuar. Se le había cruzado en la mente pescar su bolso e irse donde sus amigos del circo, a recorrer el mundo y la vida sin estructura.Hacia muecas y ponía cara de no-hay dolor. Sonreía de sonrisa abierta, pero dolida de todo lo que había sucedido. Y le resultaba bastante bien. Al menos esta vez le serviría el "mentir".Sacaba cuentas, iba a cotizar pasajes y pensaba en lo maravilloso de hacer un punto y aparte y empezar en otro lado. Aunque tenía la duda de si valía la pena quedarse a luchar?

De fondo:

"Quizás"
"ándate a la misma mierda"( o como se llame la canción que sale en "La Negra Ester")
"Casualidad"


Sabor:


Chela
amor
Revolución porota
Chocolates argentinos
Meca

22:17 Comment1 Comments

Habían pasado muchas cosas.
A Lena le había dado la chanchita,una enfermedad inventada por los gringos para vender medicamentos y y mantener a la gente asustá. Le dió a medio mundo y como no le iba a dar a ella, así como a mucha gente más.Mucha más. Tal vez era por ser tan diva como le decía su amigo.

Continuaba trabajando,más convencida que nunca.Le costaba un mundo hacerlo, de hecho en el fondo no se convencía nunca, que era necesario,que era lo que "debía hacer" pero ya, eso pagaba el resto e sus volás...no? Pero un día se quedó dormida por andar trabajando en otro lado donde si le gustaba, y no fue a llamar gente, a venderles la pescá, a amortiguar su cuerpo frente a un pc inventando respuestas,cumpliendo con planillas odiosas. Y na po, se acabó el contrato.Y no se renovaría.Y un poco le venía a dejar la cagá en la vida.O a mejorársela. O a darle una opción para irse por ahi. Le venía la confusión, ya que tenía un montón de opciones ahi, delante de sus ojos, pero tendría que ser valiente y hacerce la adulta.

Estos meses además eran meses movidos. Muchos se iban, otros volvían, otros se iban para siempre, otros llegaban para hacerce un espacio que no existía.
Llegó la Tidelo. Llegó cargada de colores( como siempre).Llegó con las conversas de siempre.Llegó a colaborar en las aclaraciones mentales de Lena de siempre. Llegó con juntaciones, llegó con sed, llegó. Se fueron las banditas, pero volverían.Se venía la sueca, se iba la noruega, se iban los gringos,en una de esas venían los argentinos o Lena terminaba yendolos a visitar. Todo se amelcochaba. La sensación de pérdida se aderezaba con la sensación de vuelta. Pero siempre quedaba la pregunta...¡¿y si no volvían nunca más?!


El mundo era tan increíblemente chico que se encontró con el Feña.Feña era un asiduo a la ramada, pero nunca había sabido que el chiquillo era de esa ciudad maldita. Maldita por que no era su ciudad, maldita porque tenía allá a sus sobrinas que no podía ver, y sobre todo porque había algún maldito que alguna vez le había roto el cucharón. El maldito resultaba ser uno de sus mejores amigos del Feña. De hecho, Lena había conocido a Feña y su casa hace tiempo y ni se acordaban. De repente a Lena le vinieron los mejores y peores recuerdos de una relación con alguien. Era el último que Lena había amado con locura y pasión de chiquilla, de pendeja ilusa. Le había dejado el corazón pisoteado. Él era el hijo e puta del que siempre una mujer hace ostentación tener en su lista de relaciones, al que se odia y se pela para siempre. Pero ya había pasao harto tiempo. Pero a esa hora, era demasiado chistoso hablar de lugares comunes. Darse cuenta que hace 4 años atrás Lena había conocido también a Feña, la moto del amigo, lo que hacía el hermano, la empresa de la hermana, blablabla.Sí, no había duda. Estaban hablando del mismo raro y extravagante personaje que tal vez, cualquier día aparecía pa sonreirle coqueto tras alguna ventana.

Lena se sentaba en la cuneta y pasaba horas conversando con los árboles sin darse cuenta que había pasado mucho rato. Pero como los árboles dan mucha paz, casi era como terapia,una necesidad cada vez más necesaria. Miraba atenta sus hojitas y le gustaba preguntarse in-preguntables. No necesitaba (por el momento) ni siquiera que ellos se movieran de dónde están. Simplemente con su presencia y preguntas de árboles, Lena dormía un poquito más tranquila y como sonriendo. Aunque de lejos escuchaba a veces los ladridos del perro de la esquina, de don Juan Hortelano. El perro era divertido pero celoso, y se ponía a ladrar justo a las horas más insospechadas.

Hace algunos días,Lena desocupaba la despensa de algunas basuras, y se dedicaba a ser no más. Mamona, escritora de mails compulsivos sin demasiada edición, como de aentro,aunque sonara un poco musho. Decía incoherencias, se reía de lo simple y caminaba por la ciudad dándole vueltas a detalles sin importancia.Miró pal cielo y vió desde lejos a Marte, que brillaba lejos.Ya le pareció sólo un planeta para mirar de vez en cuando, así como cuando se viera a lo eclipse. Seguiría brillando como un planeta que da vueltas, pero que no afecta más que cuando pasa se ve su luz allá, arriba, lejos.

Lena no sabía qué hacer, confundida y confusa del futuro inmediato, pero sabía que algo lindo y tal vez lo más lindo de su vida estaba por venir.


De fondo: Yo tenía una negrita y otras cuecas coquetonas
Sapo
Cuánto cuestas, Cuánto Vales?
Casualidad


Sabor: Terremoto, asado, lasagna, yogurth, fruta y verdura de estación

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